¿Cuáles son las metas de la educación sexual?
La educación sexual está diseñada para ayudar a lxs jóvenes a obtener la información y habilidades necesarias para tomar las mejores decisiones para sí mismxs acerca del sexo y las relaciones a lo largo de sus vidas.
¿La educación sexual es efectiva?
La educación sexual le brinda a lxs jóvenes el conocimiento y las habilidades que necesitan para asegurarse de tener una buena salud sexual a lo largo de su vida. A través de la educación sexual, lxs jóvenes aprenden a tener relaciones saludables, a tomar decisiones informadas sobre el sexo, a pensar de manera crítica acerca del mundo, a ser buenxs aliadxs de las personas marginadas y a amarse a sí mismxs por quienes son.
Las investigaciones muestran (disponible en inglés) que una educación sexual que sea inclusiva y relevante culturalmente, le ayuda a lxs jóvenes a desarrollar las habilidades sociales y emocionales (disponible en inglés) que necesitan para convertirse en personas adultas solidarias y empáticas. Este tipo de educación sexual, a menudo -y temprano- conduce a la apreciación de la diversidad sexual, a la prevención de la violencia tanto en el noviazgo como en la pareja, al desarrollo de relaciones sanas, a la prevención del abuso sexual infantil, a la mejora del aprendizaje social/emocional y al aumento de la alfabetización mediática. También, ayuda a evitar embarazos no planeados e infecciones de transmisión sexual (ITS).
La educación sexual funciona mejor cuando:
- Es enseñada por profesionales capacitadxs.
- Se enseña temprano y a menudo a lo largo de la vida.
- Incluye tanto información como actividades para el desarrollo de habilidades.
- Se basa en evidencia.
- Es inclusiva de lxs jóvenes LGBTQ+.
- Se basa en prácticas contra el racismo.
- Está informada en trauma.
- Se adapta a las necesidades de la comunidad.